Historia de la explotación vinícola
El Château Les Carrasses fue construido en 1886 por la familia noble de-Zelicourt, procedente de Toulouse. Encargaron al conocido arquitecto bordelés Louis-Michel Garros la construcción de una explotación moderna en las tierras de su propiedad sitas en la comuna de Quarante. La propuesta de Garros fue en un típico estilo ecléctico y así Les Carrasses se confirmó como una explotación importante en la que se producen alrededor de 700.000 litros de vino tinto al año.
El inicio del siglo XX marcó un punto álgido debido al exceso de producción y la importación de vino barato proveniente de Argelia, lo que provocó una gran caída de los precios. El suministro de agua limpia, las dos guerras mundiales, la evolución de los gustos y la aparición de vinos procedentes del Nuevo Mundo provocaron una presión competitiva sobre la industria. Como muchas otras explotaciones, Les Carrasses, poco a poco, fue decayendo. Si bien mantenía su producción habitual, el mercado al que vendía sus vinos se mostraba indiferente a su paulatina decadencia.
A pesar de los reveses económicos, el Château siguió en manos de la familia de-Zelicourt hasta 2008 cuando fue adquirido por Karl O’Hanlon y Anita Forte. Éstos estaban buscando una finca para transformarla en un refugio rural. La conversión del palacete y los edificios adyacentes duró tres años. La producción fue trasladada a la moderna instalación sita en el cercano Domaine de Cibaies, donde renació la finca, que abrió sus puertas al público en 2011.