NUESTRA HISTORIA
Hotel Palacete y Alquiler de Villas en la región del Languedoc Roussillon
Nuestra visión
Cuando adquirimos el Château Les Carrasses en 2008, la finca había estado abandonada durante muchos años. Era nuestra intención transformarla en un destino vacacional a la carta: vacaciones y escapadas que no comprometieran a los huéspedes y así pudieran disfrutar de una vacación a su medida, no de un paquete cerrado.
Cuando adquirimos el Château Les Carrasses en 2008, la finca había estado abandonada durante muchos años. Era nuestra intención transformarla en un destino vacacional a la carta: vacaciones y escapadas que no comprometieran a los huéspedes y así pudieran disfrutar de una vacación a su medida, no de un paquete cerrado.
Nuestro concepto
Como los mejores vinos franceses, era nuestro objetivo reunir los mejores elementos que ofrecían las opciones tradicionales de alojamiento: las instalaciones y el estilo de un hotel de calidad; la privacidad y el carácter práctico de una villa en alquiler; el encanto y la autenticidad de una finca vinícola en funcionamiento; y el ambiente relajado y los servicios de un club privado. Si bien puede que no cubramos todos los aspectos de cada uno de los elementos, hemos intentado asegurarnos de incluir las mejores partes de los mismos y de mostrar la finca como un conjunto.
Como los mejores vinos franceses, era nuestro objetivo reunir los mejores elementos que ofrecían las opciones tradicionales de alojamiento: las instalaciones y el estilo de un hotel de calidad; la privacidad y el carácter práctico de una villa en alquiler; el encanto y la autenticidad de una finca vinícola en funcionamiento; y el ambiente relajado y los servicios de un club privado. Si bien puede que no cubramos todos los aspectos de cada uno de los elementos, hemos intentado asegurarnos de incluir las mejores partes de los mismos y de mostrar la finca como un conjunto.
Historia de la finca
Consideraciones sobre la finca del Château. "Visité una centena de sitios en la región antes de encontrar el Château Les Carrasses. Pero tardé treinta segundos en comprarlo," confiesa Karl O'Hanlon, fundador de Domaine & Demeure. Ubicado en un promontorio que se eleva por encima de un mar de viñedos ondulantes, situado al sur hacia los Pirineos, el palacete flanqueado por sus torreones ofrece una vista incomparable de las viñas.
Construido en 1886 por el arquitecto bordelés Louis Garros sobre las ruinas de un albergue para peregrinos del Camino de Santiago, el Palacete y todas sus dependencias aún estaban en pie en 2008 cuando fueron adquiridos por Karl O’Hanlon y Anita Forte, quienes estaban buscando una finca para convertirla en retiro rural. La transformación del Palacete y sus anexos llevó tres años, trasladando la producción a unas instalaciones modernas situadas en el cercano Domaine de Cibadies, donde la nueva versión de la finca abrió sus puertas a visitantes en 2011.
Hoy en día, las viñas están gestionadas por nuestros socios Vignobles Bonfils, familia de vinicultores independientes con una cartera de 17 premiadas propiedades en la región del Languedoc.
Consideraciones sobre la finca del Château. "Visité una centena de sitios en la región antes de encontrar el Château Les Carrasses. Pero tardé treinta segundos en comprarlo," confiesa Karl O'Hanlon, fundador de Domaine & Demeure. Ubicado en un promontorio que se eleva por encima de un mar de viñedos ondulantes, situado al sur hacia los Pirineos, el palacete flanqueado por sus torreones ofrece una vista incomparable de las viñas.
Construido en 1886 por el arquitecto bordelés Louis Garros sobre las ruinas de un albergue para peregrinos del Camino de Santiago, el Palacete y todas sus dependencias aún estaban en pie en 2008 cuando fueron adquiridos por Karl O’Hanlon y Anita Forte, quienes estaban buscando una finca para convertirla en retiro rural. La transformación del Palacete y sus anexos llevó tres años, trasladando la producción a unas instalaciones modernas situadas en el cercano Domaine de Cibadies, donde la nueva versión de la finca abrió sus puertas a visitantes en 2011.
Hoy en día, las viñas están gestionadas por nuestros socios Vignobles Bonfils, familia de vinicultores independientes con una cartera de 17 premiadas propiedades en la región del Languedoc.
Responsabilidad social corporativa
Asimismo, nos parecía importante que la finca fuera parte integral de la comunidad local y contribuyera de forma positiva a la misma.
Damos prioridad a la contratación de personal local. Si bien ello pueda plantear a veces algunos desafíos (por ejemplo, puede que no sea perfecto el conocimiento de otros idiomas), somos de la opinión de que merece la pena. No solo recogemos la riqueza de conocimiento local sobre las fincas, su historia y entorno sino que los buenos trabajos a tiempo completo enriquecen la economía local y permiten a los jóvenes del lugar la oportunidad de vivir y formar familias en sus lugares de nacimiento.
Asimismo, con gran cuidado nos aseguramos de que el ambiente en la finca sea abierto y acogedor, tanto respecto a las personas del lugar como a los huéspedes. Estamos convencidos de que el hecho de tener una mezcla importante de lugareños, franceses de otras zonas y huéspedes internacionales es esencial para que todos nuestros visitantes disfruten de una gran experiencia.
Esta filosofía fomenta el buen espíritu del lugar y afianza el Palacete dentro de la comunidad, y creemos que nuestros huéspedes así lo sentirán cuando se relacionen con las personas del lugar, en la finca y en los alrededores durante su estancia.
Asimismo, nos parecía importante que la finca fuera parte integral de la comunidad local y contribuyera de forma positiva a la misma.
Damos prioridad a la contratación de personal local. Si bien ello pueda plantear a veces algunos desafíos (por ejemplo, puede que no sea perfecto el conocimiento de otros idiomas), somos de la opinión de que merece la pena. No solo recogemos la riqueza de conocimiento local sobre las fincas, su historia y entorno sino que los buenos trabajos a tiempo completo enriquecen la economía local y permiten a los jóvenes del lugar la oportunidad de vivir y formar familias en sus lugares de nacimiento.
Asimismo, con gran cuidado nos aseguramos de que el ambiente en la finca sea abierto y acogedor, tanto respecto a las personas del lugar como a los huéspedes. Estamos convencidos de que el hecho de tener una mezcla importante de lugareños, franceses de otras zonas y huéspedes internacionales es esencial para que todos nuestros visitantes disfruten de una gran experiencia.
Esta filosofía fomenta el buen espíritu del lugar y afianza el Palacete dentro de la comunidad, y creemos que nuestros huéspedes así lo sentirán cuando se relacionen con las personas del lugar, en la finca y en los alrededores durante su estancia.
